Sigue en venta el departamento de Corina Kavanagh, la mujer que inventó el edificio más icónico de CABA: cómo es y cuánto vale
Está en el piso 14 del Kavanagh, tiene 750 m² y 8 ambientes. Historia, mitos y legado en una propiedad única frente a Plaza San Martín. Es uno de los inmuebles más simbólicos de Argentina y el primer rascacielos de América del Sur.
En el piso más alto del Edificio Kavanagh, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO y Monumento Histórico Nacional, está en venta uno de los departamentos más simbólicos de Buenos Aires: el penthouse original de Corina Kavanagh. Con 750 metros cuadrados y vistas panorámicas en 360 grados hacia la ciudad, el Río de la Plata y la Basílica del Santísimo Sacramento, esta propiedad icónica se ofrece por u$s2.600.000.
Más que una vivienda, se trata de una pieza clave del patrimonio urbano argentino. Esta semana se vendió uno de los departamentos más caros de CABA en el Palacio Devoto. Cuenta con cinco dormitorios en suite, salones amplios, terrazas privadas, grifería y revestimientos originales, además de refacciones que incorporaron materiales de alta gama. Es también una historia de amor, ruptura y poder que encierra varios mitos y leyendas urbanas.
La leyenda sostiene que Corina (también apodada Cora) Kavanagh, heredera millonaria y sin “linaje patricio”, fue rechazada por la familia Anchorena, una de las más tradicionales del Buenos Aires de la Belle Époque. Dolida por la imposibilidad de casarse con uno de sus miembros (llamado Aaron Anchorena), mandó a construir el rascacielos más alto de Sudamérica, en un terreno estratégico frente a Plaza San Martín. Mariela Blanco, especialista en patrimonio y turismo cultural, autora del libro “La historia es noticia”, refuerza que la leyenda en torno a la construcción del Kavanagh es completamente falsa.
El edificio (con forma de barco) fue proyectado por los arquitectos Sánchez, Lagos y de la Torre. Inaugurado en 1936, se convirtió en el primer rascacielos de hormigón armado de Sudamérica. Sus 120 metros de altura y su trazado racionalista rompieron con la lógica de la arquitectura clásica. El piso 14, reservado por Corina como su residencia personal, era el punto más alto y privilegiado.
Otros misterios
Corina Kavanagh, nacida en 1890, provenía de una familia irlandesa enriquecida en la Argentina rural. Su primer esposo fue Guillermo Ham Kenny, un terrateniente millonario, quien le dejó una considerable herencia que le permitió emprender el proyecto inmobiliario más ambicioso de su tiempo. Según testimonios, vendió varias estancias para financiar la construcción de la torre. Nunca tuvo hijos y sus matrimonios fueron breves.
El departamento fue refaccionado con criterios contemporáneos, pero mantiene detalles originales como picaportes, fallebas y columnas jónicas en terrazas. Según Pablo Barrera, gerente comercial de Alto Grande Desarrollos y M&M Propiedades, “combina lo mejor de dos mundos: la solidez arquitectónica y la comodidad actual”.
El perfil del comprador ideal es alguien que valore la historia, la ubicación y la singularidad del inmueble. Las expensas ascienden a $2.300.000 mensuales, con ABL de $300.000, e incluyen servicio de ascensorista, seguridad 24 horas y mantenimiento de instalaciones centrales.
Cámara en mano
Joaquín Manuel Castro, creador del perfil Buenos Aires al Paso en redes sociales, recorrió la vivienda. “Lo que más me impactó fue la proa con las columnas jónicas y la terraza-jardín hacia la basílica”, comentó.
La zona de Retiro, donde se encuentra el edificio, atraviesa un proceso de revalorización urbana. Este proyecto busca reposicionar el entorno como un polo de alta gama, con impacto directo en el mercado residencial de lujo. Según Barrera, “una propiedad de estas características podría valorizarse hasta un 40% en los próximos tres años”.
Desde el punto de vista arquitectónico, el Kavanagh también marca el inicio de un nuevo ciclo de verticalidad en la ciudad. Su impacto fue tal que modificó la forma de construir: los ingenieros debieron desarrollar materiales y sistemas inexistentes hasta entonces para alcanzar los objetivos de la obra.
Fuente: La Voz Inmobiliaria